sábado, enero 31, 2009

La noche previa la Súper Bowl.

Para la NFL esta no será una noche de fiesta, mas bien de preocupación y tal vez se les olvide un momentos los problemas económicos que pintan en el horizonte, empezando por el nuevo arreglo con el sindicato de jugadores donde el comisionado Goodell se ha mostrado muy optimista. Pero no oculta la severa crisis que ya afecto al Súper Bowl, donde boletos de 3000 mil dólares se están vendiendo en solo 1000 en las partes altas.

Además de que la ciudad de Tampa tiene cuartos libres a solo 200 dólares cuando generalmente se cotizaban en 600 en cualquier ciudad, ya no hablemos de la Televisión donde GM no se anunciara en el Súper Bowl, y todavía no se ha terminado la venta de los 30 segundos mas caros de la Televisión en USA.

Los Acereros independientemente de esta situación buscaran su sexto anillo y dejar atrás a San Francisco y Dallas con 5 anillos, lo cual pueden conseguir como premio a su constancia y trabajo pero sobre todo por mantener a los entrenadores por largo tiempo, ya que desde 1970, los Acereros solo han tenido 3 entrenadores ( este último lleva apenas 2 años ) que han seleccionado a hombres de la filas colegiales y no nombres como muchos equipos que contratan súper estrellas colegiales que no funcionan.

Arizona busca darle un anillo a su dueño y a la gente de Arizona que los ha apoyado aun en los malos ratos, y romper la segunda peor racha de un equipo sin un titulo, solo superada por los Cachorros de Chicago con mas de 100 años, veremos si Warner sigue con su historia de Cenicienta desde que llego a la liga.

Esta noche, previa al Súper Bowl no será como otras donde aquellas famosas anécdotas de gente como Namath que se fue de parranda esa noche anterior y regreso para vencer a los Potros de Shula y Unitas, o los Raiders de 1980 que hicieron lo mismo y vencieron a las Águilas de Filadelfia.

A tan solo unas horas del Súper Bowl empieza la noche mas larga para los jugadores que participaran ahí, y que solo esperan que sean las 5 pm para sacar todo el nerviosismo guardado en esta semana para poder dar todo de si en el campo de juego.

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